
De Colombiaanse Nobelprijswinnaar Gabriel García Márquez is gisteren, 17 April 2014, gestorven op 87-jarige leeftijd. Als huldebetoon deel ik mijn indrukken die ik had bij zijn Kroniek van een aangekondigde dood.
April 18th, 2014 | by Maarten | published in FOCUS, Spaanse literatuur | Comments Off on Gabriel García Márquez overleden
December 7th, 2013 | by Maarten | published in Boeken Maarten | Comments Off on Gabriel García Márquez, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada
January 1st, 2010 | by Janantoon | published in Boeken Maarten | Comments Off on Gabriel García Márquez, De generaal in zijn labyrint
January 1st, 2008 | by Janantoon | published in Boeken Janantoon | Comments Off on Gabriel García Márquez, Noticia de un secuestro
January 1st, 2007 | by Janantoon | published in Boeken Janantoon | Comments Off on Gabriel García Márquez, Cien años de soledad
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán.
January 1st, 2005 | by Janantoon | published in Boeken Janantoon | Comments Off on Gabriel García Márquez, Memoria de mis putas tristes
January 1st, 2005 | by Janantoon | published in Boeken Janantoon | Comments Off on Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera
December 25th, 2003 | by Maarten | published in Boeken Maarten | Comments Off on Gabriel García Márquez, Relato de un náufrago
“El 22 de febrero se nos anunció que regresaríamos a Colombia. Teníamos ocho meses de estar en Mobile, Alabama, Estados Unidos, donde el A.R.C. ‘Caldas’ fue sometido a reparaciones electrónicas y de sus armamentos. Mientras reparaban el buque, los miembros de la tripulación recibíamos una instrucción especial. En los días de franquicia hacíamos lo que hacen todos los marineros en tierra: íbamos al cine con la novia y nos reuníamos después en ‘Joe Palooka’, una taberna del puerto, donde tomábamos whisky y armábamos tina bronca de vez en cuando.”